Una breve historia de la borrachera
Los antiguos persas debatían todos los asuntos políticos dos veces: una sobrios y otra borrachos. los Vikingos creían que la hidromiel era la fuente de la poesía. el castigo que los aztecas infligían a los borrachos era el estrangulamiento público y los londinenses del siglo xviii estaban obligados a comprarle gin a un gato mecánico. cada civilización ha tenido que encontrarle un lugar –o una forma de controlar– al eterno impulso humano de emborracharse.